En Argentina, miles de adultos mayores cobran hoy la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), un beneficio no contributivo destinado a quienes no pudieron acceder a una jubilación por falta de aportes. Sin embargo, muchas personas se preguntan:
¿es posible convertir la PUAM en una jubilación ordinaria?
La respuesta es sí, en algunos casos. Pero no siempre conviene o resulta automático.
En este artículo te explico de forma detallada cuándo se puede hacer, qué requisitos se deben cumplir, cómo realizar el trámite, qué cambia en los montos y beneficios, y qué puntos deberías evaluar antes de decidir.
Recordemos: ¿qué es la PUAM?
La PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor) fue creada por la Ley 27.260 con el objetivo de garantizar un ingreso básico a todas las personas mayores de 65 años que no tuvieran acceso a una jubilación o pensión contributiva.
Es una prestación vitalicia y no contributiva, equivalente al 80 % del haber mínimo jubilatorio, actualizable por movilidad, y que además incluye cobertura médica a través del PAMI.
Entre sus características principales:
No exige años de aportes previos.
Es compatible con el Monotributo Social, pero no con trabajo en relación de dependencia.
No genera derecho a pensión por fallecimiento para el cónyuge o hijos.
Es incompatible con otra jubilación, pensión o seguro de desempleo.
Se puede solicitar a partir de los 65 años, tanto hombres como mujeres.
Es decir, la PUAM funciona como una red de seguridad para quienes no pudieron completar los 30 años de aportes requeridos por el sistema previsional argentino.
¿Qué es una jubilación ordinaria?
La jubilación ordinaria o jubilación contributiva es la forma tradicional de retiro dentro del sistema de la ANSES. Se accede al cumplir la edad mínima (actualmente 65 años para hombres y 60 para mujeres) y acreditar 30 años de aportes registrados.
A diferencia de la PUAM, la jubilación ordinaria:
Reconoce los aportes realizados durante la vida laboral.
Otorga el 100 % del haber mínimo (y puede ser mayor, según los aportes).
Genera derecho a pensión para familiares en caso de fallecimiento.
Permite seguir trabajando en determinadas condiciones.
Es plenamente contributiva: el monto depende de los años de aporte y de los salarios sobre los que se contribuyó.
Por eso, una jubilación ordinaria suele ser más beneficiosa en términos económicos y de derechos previsionales.
¿Se puede pasar de la PUAM a una jubilación?
Sí, es posible convertir una PUAM en una jubilación ordinaria, siempre que la persona logre reunir los años de aportes exigidos (ya sea por haber trabajado formalmente, haber realizado aportes adicionales o mediante la regularización de deudas previsionales).
Este proceso se conoce informalmente como “reconversión de PUAM a jubilación”, y no implica perder derechos, sino migrar del régimen no contributivo al contributivo cuando se cumplen las condiciones.
En términos prácticos, la ANSES permite que un beneficiario de PUAM renuncie a la pensión y solicite la jubilación ordinaria, siempre y cuando se demuestre que se reúnen los requisitos exigidos por la ley para el régimen jubilatorio correspondiente.
Cuándo conviene convertir la PUAM en jubilación ordinaria
Transformar una PUAM en una jubilación ordinaria puede ser muy ventajoso en los siguientes casos:
Cuando se completan los 30 años de aportes.
Si por alguna razón la persona logra acreditar los años faltantes (por ejemplo, por trabajos registrados que no se habían computado, o mediante una moratoria anterior), puede solicitar la jubilación y renunciar a la PUAM.Cuando se desea dejar pensión para familiares.
La PUAM no genera pensión por fallecimiento, mientras que la jubilación ordinaria sí. Si una persona tiene cónyuge o hijos con discapacidad, este punto puede ser determinante.Cuando el monto jubilatorio sería mayor.
La PUAM equivale al 80 % del haber mínimo. En cambio, la jubilación ordinaria puede alcanzar o superar el 100 %, según aportes y carrera laboral.Cuando se desea acceder a otros beneficios previsionales.
Algunas bonificaciones o regímenes especiales aplican solo a jubilaciones contributivas (por ejemplo, regímenes docentes, profesionales o por tareas insalubres).Cuando se ha trabajado después de obtener la PUAM.
Si una persona con PUAM continúa trabajando formalmente y realiza aportes, esos años pueden computarse para alcanzar la jubilación ordinaria.
Casos en los que no conviene o no se puede hacer el cambio
Aunque el cambio es posible, no siempre conviene o resulta viable. Algunos escenarios donde podría no ser recomendable son:
Faltan muchos años de aportes. Si la persona no tiene registros laborales suficientes y no hay moratorias disponibles, no podrá cumplir los 30 años requeridos.
La diferencia económica sería mínima. Si el haber jubilatorio resultante es similar o apenas superior al de la PUAM, puede no justificar el trámite.
El trámite implicaría renunciar temporalmente al ingreso. Durante el proceso, es necesario suspender la PUAM mientras se evalúa la jubilación, lo que puede generar demoras o pérdida temporal de cobro.
Se depende del beneficio como único ingreso inmediato. Si la persona no puede afrontar un período sin cobro, puede preferir mantenerse con la PUAM.
Por eso, antes de iniciar cualquier trámite de conversión, conviene consultar en ANSES o con un profesional previsional cuál sería el monto estimado de jubilación y qué impacto tendría en el ingreso mensual.
Cómo hacer el trámite para convertir la PUAM en jubilación
El proceso consta de varios pasos. No se realiza automáticamente: el beneficiario debe renunciar a la PUAM y solicitar la jubilación de manera formal.
Paso 1: Verificar los aportes registrados
Ingresar a Mi ANSES (www.anses.gob.ar) con CUIL y Clave de la Seguridad Social.
Allí se puede consultar la Historia Laboral, donde figuran los empleos y períodos aportados. Si hay errores o faltan períodos, es posible presentar comprobantes (recibos de sueldo, certificados de trabajo, etc.) para que sean incorporados.
Paso 2: Evaluar la situación previsional
Con los datos a la vista, es importante determinar si se reúnen los 30 años de aportes o si es necesario recurrir a un plan de regularización (como los previstos por moratorias anteriores). En algunos casos, se puede pagar la deuda previsional y acceder a la jubilación.
Paso 3: Solicitar turno en ANSES
Una vez confirmado que se cumplen las condiciones, se debe solicitar un turno en ANSES para tramitar la jubilación ordinaria.
En el turno, el solicitante deberá renunciar expresamente a la PUAM y presentar toda la documentación que respalde los aportes o regularizaciones.
Paso 4: Evaluación y resolución
ANSES verificará los datos, los años de aportes y las condiciones legales. Si todo está en orden, aprobará la jubilación y emitirá una nueva resolución de alta del beneficio contributivo.
Paso 5: Inicio del cobro
Una vez aprobada la jubilación, el beneficiario comenzará a cobrar el nuevo haber jubilatorio y quedará dado de baja de la PUAM.
El cambio de régimen no implica pérdida de derechos, ya que ambos son beneficios previsionales administrados por ANSES.
Diferencias clave entre PUAM y jubilación ordinaria
| Característica | PUAM | Jubilación Ordinaria |
|---|---|---|
| Tipo de prestación | No contributiva | Contributiva |
| Edad mínima | 65 años (ambos sexos) | 60 mujeres / 65 hombres |
| Aportes requeridos | Ninguno | 30 años |
| Monto del haber | 80 % del mínimo jubilatorio | 100 % del mínimo (o más) |
| Pensión por fallecimiento | No genera | Sí genera |
| Cobertura médica | PAMI | PAMI |
| Compatibilidad con trabajo | Solo Monotributo Social | En algunos casos, sí |
| Derecho a bonos y movilidad | Sí, según ANSES | Sí, según ANSES |
| Procedencia de fondos | Tesoro Nacional | Fondo de la Seguridad Social |
Esta tabla permite ver rápidamente que la jubilación ordinaria es más completa, pero también más exigente en términos de requisitos.
Casos reales: cuando el esfuerzo vale la pena
Muchas personas que comenzaron cobrando la PUAM han logrado convertirla en jubilación tras sumar años de aportes omitidos o reconocidos judicialmente.
Por ejemplo, un trabajador informal que luego aportó algunos años bajo Monotributo, o una persona que regularizó su deuda previsional mediante moratoria.
En esos casos, la jubilación resultante puede significar un aumento de ingresos del 20 % o más, además de garantizar protección para los familiares.
Por ello, si existe la posibilidad real de reunir los aportes, hacer el cambio suele ser beneficioso a largo plazo.
Recomendaciones antes de iniciar el trámite
Consultar con ANSES o un asesor previsional para calcular el monto estimado de jubilación.
No renunciar a la PUAM hasta tener certeza de que se cumplen los requisitos jubilatorios.
Conservar toda la documentación laboral y de aportes, incluso recibos antiguos.
Verificar la historia laboral en Mi ANSES antes de solicitar turno.
Si se utilizará una moratoria, asegurarse de cumplir los criterios socioeconómicos vigentes.
Tener paciencia: el proceso puede tardar varias semanas o meses según la oficina.